El clima durante el hormigonado: Frío y calor

Hormigonado en temperaturas extremas de frío o calor.

El hormigón es un material esencial en la construcción, pero su comportamiento puede variar significativamente según las condiciones climáticas a las que esté expuesto durante su proceso de fraguado y curado.

Ya sea en climas fríos o cálidos, existen consideraciones específicas que los profesionales de la construcción deben tener en cuenta para garantizar la durabilidad y la resistencia del hormigón. En este artículo, exploraremos los desafíos y las mejores prácticas para el hormigonado en climas extremos, ya sea en condiciones de frío intenso o calor abrasador.

Hormigonado en Climas Fríos

Se considera que el hormigón puede verse afectado por el frío cuando la temperatura cae por debajo de los 5º C. Conozcamos los efectos que una temperatura demasiada fría puede provocar en el concreto y las medidas que habría que tener en cuenta para conseguir el mejor resultado.

Efectos del clima frío en el hormigón

  • Retraso en el fraguado: Las bajas temperaturas pueden ralentizar significativamente el proceso de fraguado del hormigón. Esto significa que tomará más tiempo para que el hormigón alcance su resistencia deseada.
  • Mayor posibilidad de congelación: Si las temperaturas son lo suficientemente bajas, el agua presente en la mezcla de hormigón puede congelarse. Cuando el agua se convierte en hielo, se expande y puede causar daños estructurales al hormigón.
  • Reducción de la resistencia inicial: El hormigón vertido en condiciones de frío extremo puede experimentar una reducción en su resistencia inicial. Esto significa que no será tan fuerte como se esperaba en las etapas iniciales.

Medidas preventivas en climas fríos

  • Uso de aditivos: Los aditivos aceleradores de fraguado se utilizan para contrarrestar los efectos del frío al acelerar el proceso de endurecimiento del hormigón.
  • Control de temperatura: Se emplean mantas térmicas o sistemas de calefacción para mantener el hormigón a una temperatura adecuada durante el proceso de fraguado y curado.
  • Cubiertas protectoras: Se utilizan cubiertas para proteger el hormigón recién vertido de la lluvia o la nieve y evitar que entre en contacto con el agua.

Hormigonado en Climas Cálidos

Al igual que un clima frío puede ser perjudicial para el fraguado del concreto, un clima excesivamente caluroso (por encima de 32ºC) también tiene sus problemas.

Efectos del clima cálido en el hormigón:

  • Fraguado rápido: Las altas temperaturas pueden acelerar la hidratación del cemento en el hormigón, lo que resulta en un fraguado más rápido de lo deseado. Esto puede dificultar el proceso de mezclado y vertido.
  • Mayor riesgo de grietas: El calor puede causar una pérdida rápida de agua en el hormigón debido a la evaporación. Esto puede llevar a la formación de grietas en la superficie y reducir la resistencia del hormigón.
  • Problemas de manejo: El hormigón puede volverse más difícil de manejar en climas cálidos, lo que dificulta la colocación y nivelación adecuadas.

Medidas preventivas en climas cálidos

  1. Control de la hidratación: Se utilizan productos químicos reductores de evaporación y sistemas de curado húmedo para mantener la humedad en el hormigón y prevenir la pérdida excesiva de agua.
  2. Programación inteligente: Se programa el hormigonado durante las horas más frescas del día, como la mañana temprano o la tarde, para evitar el fraguado prematuro.
  3. Uso de aditivos retardadores: Los aditivos retardadores del fraguado se emplean para ralentizar la velocidad de endurecimiento del hormigón, lo que proporciona más tiempo para el vertido y nivelación.

El mejor clima para hormigonar

El hormigonado óptimo ocurre en un rango de temperatura que va desde los 10 a los 32 grados Celsius (50 a 90 grados Fahrenheit). En este intervalo, el proceso de fraguado y curado se controla mejor. Aquí hay algunas razones clave:

  1. Reacción química controlada: Las reacciones químicas en el hormigón son más predecibles y manejables en este rango, asegurando la resistencia deseada.
  2. Facilidad de manejo: El hormigón se mezcla, vierte y nivela más fácilmente en estas condiciones.
  3. Reducción del riesgo de fisuras: Las temperaturas extremas aumentan el riesgo de fisuras, y este rango minimiza ese riesgo.
  4. Tiempo adecuado de fragüe: El hormigón fragua a un ritmo apropiado, permitiendo tiempo para todas las etapas de construcción.

Aunque este rango es ideal, las condiciones locales y estacionales pueden requerir ajustes, como aditivos para climas extremadamente fríos o medidas de enfriamiento en climas muy cálidos. Consultar con expertos o constructores de la zona para determinar las condiciones óptimas de hormigonado en ubicaciones específicas.

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